El nuevo brote de viruela del mono puso en alerta hace tres meses a las autoridades sanitarias de todo el mundo, en plena pandemia por COVID-19. Ya se detectaron 21.256 casos de la enfermedad en 74 países desde el 7 de mayo y en las últimas horas se reportaron cuatro muertes fuera de África, donde la enfermedad es endémica, y fue detectada por primera vez en los seres humanos en 1970.
Dos fallecimientos a causa de la infección en España, uno en Brasil y uno en Perú se dieron a conocer en los últimos días, en coincidencia con la declaración de emergencia sanitaria por el brote declarada en los estados de California, Illinois y Nueva York, en los Estados Unidos.
En este contexto, nueva evidencia científica asegura que la forma en que se presenta la enfermedad en los casos actuales difiere de la presentación tradicional que se conocía de la infección.
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Nuevos hallazgos confirman “la transmisión comunitaria en curso sin precedentes del virus de la viruela del simio entre hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres observados en el Reino Unido y muchos otros países no endémicos”, según una reciente publicación de The BMJ.
“Se observó una asociación temporal variable entre las características mucocutáneas y sistémicas, lo que sugiere un nuevo curso clínico de la enfermedad -señalaron los autores del trabajo en la publicación de sus conclusiones-. Se identificaron nuevas presentaciones clínicas de la infección por viruela del simio, incluido el dolor rectal y el edema del pene. Estas presentaciones deben incluirse en los mensajes de salud pública para ayudar al diagnóstico temprano y reducir la transmisión posterior”, señaló el estudio.
Para el trabajo, los investigadores estudiaron 197 pacientes con diagnóstico confirmado de viruela símica de un centro regional de enfermedades infecciosas de altas consecuencias con referencias de atención primaria y secundaria asociadas, y centros de salud sexual afiliados en el sur de Londres entre mayo y julio de 2022.
La mediana de edad de los participantes fue de 38 años. Los 197 participantes eran hombres y 196 se identificaron como homosexuales, bisexuales u otros hombres que tienen sexo con hombres.
Según vieron los autores del trabajo, “todos presentaron lesiones mucocutáneas, más comúnmente en los genitales (el 56,3% de los pacientes estudiados) o en el área perianal (41,6%). Además, 170 participantes (86,3%) reportaron enfermedad sistémica, con síntomas como fiebre (61,9%), linfadenopatía (57,9%) y mialgia (31,5%). El 61,5% de los pacientes desarrollaron características sistémicas antes del inicio de las manifestaciones mucocutáneas y 64 de ellos (38,5%) después”.
El 13,7% presentaron exclusivamente manifestaciones mucocutáneas sin rasgos sistémicos. Mientras que 71 (36,0%) refirieron dolor rectal, 33 (16,8%) dolor de garganta y 31 (15,7%) edema de pene. El 13,7% tenían lesiones orales y el 4,6% signos amigdalinos, al tiempo que el 35, 9% de los participantes tenían infección por VIH concomitante.
Y tras asegurar que 56 participantes (31,5%) de los evaluados para infecciones de transmisión sexual tenían una infección de transmisión sexual concomitante, los investigadores destacaron que “20 de ellos (10,2 %) ingresaron en el hospital para el tratamiento de los síntomas, más comúnmente dolor rectal e inflamación del pene”.
Otro estudio difundido con anterioridad por The New England Journal of Medicine (NEJM) ya daba cuenta de que “las lesiones cutáneas genitales solitarias y las que afectan a las palmas de las manos y las plantas de los pies pueden conducir fácilmente a un diagnóstico erróneo de sífilis y otras infecciones de transmisión sexual, lo que a su vez puede retrasar la detección”.
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Según advirtieron los expertos en aquel trabajo, la clasificación de los nuevos síntomas clínicos de la infección por viruela símica ayudará al diagnóstico futuro y a frenar la propagación de la infección.
Los expertos señalaron que en algunas personas, los síntomas anales y orales han provocado el ingreso en el hospital para tratar el dolor y las dificultades para tragar. Por eso es tan importante que se reconozcan estos nuevos síntomas clínicos y que se eduque a los profesionales de la salud para que puedan diagnosticar la enfermedad. “Un diagnóstico erróneo puede retrasar la detección y, por tanto, dificultar los esfuerzos para controlar la propagación del virus”, afirmaron. Por lo tanto, se espera que los nuevos estudios permitirán aumentar las tasas de diagnóstico.