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Navidad incompleta

Qué decir (y qué no) a alguien que está de duelo en estas fiestas

Una de las expresiones más comunes -y más dañinas- es “tienes que ser fuerte”.

La tristeza es una emoción válida en Navidad, acompañemos desde la comprensión.

La tristeza es una emoción válida en Navidad, acompañemos desde la comprensión.istock

Merilenny Mueses
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Durante la Navidad, una época asociada socialmente a la alegría, el reencuentro y la celebración, muchas personas atraviesan el duelo en silencio. En ese contexto, palabras dichas con buena intención pueden terminar aumentando el dolor de quien ha perdido a un ser querido.

La psicóloga María Grullón explicó al periódico HOY que, culturalmente, los dominicanos suelen acercarse al otro desde el deseo de “animar” o “sacar del dolor”, pero muchas veces eso se hace sin comprender cómo funciona el duelo.

“Nosotros los dominicanos somos especiales cuando estamos sobre esa buena intención de generar de que esta persona no se sienta desbordada, no se sienta tan mal. Sin embargo embargo, muchas frases cuando la decimos con esa intención pueden herir más porque tienden a minimizar lo que sentimos”, explicó.

Frases que pueden hacer más daño

Una de las expresiones más comunes -y más dañinas- es “tienes que ser fuerte”.

Grullón señala que esta frase asocia erróneamente el dolor con debilidad y provoca culpa en quien sufre.

Sentir tristeza no es sinónimo de debilidad. Esta frase genera aislamiento emocional, porque la persona siente que no tiene permiso para mostrarse vulnerable. Lo que debería pasar es todo lo contrario: permitirte sentir, expresarte y no inhibir lo que estás viviendo, explica la experta.

Psicóloga María Grullón

Psicóloga María GrullónFoto cedida al periódico HOY

Decir “tienes que ser fuerte” empuja a la persona a ocultar su dolor, a no llorar, a no hablar, justo cuando más necesita hacerlo.

Otra frase frecuente es “no te preocupes, el tiempo lo cura todo”, una idea que, según la especialista, no es correcta.

"El tiempo no lo cura, el tiempo transforma eso que te sucedió. A veces solo hay un acompañamiento, o sea, una persona que está contigo", indicó.

Esto puede generar presión y hacer que la persona sienta que su duelo es “excesivo” o “incorrecto”.

También es común escuchar “él o ella está en un mejor lugar”, una frase que suele tener un trasfondo espiritual, pero que no siempre consuela.

De acuerdo con Grullón, a nivel psicológico, esta frase puede invalidar el dolor presente. La persona escucha: ‘si está mejor, ¿por qué yo me siento tan mal?’. Eso genera confusión emocional y culpa, porque el sufrimiento parece injustificado.

Otra expresión recurrente es “tienes que seguir adelante”, especialmente en funerarias o mensajes de pésame.

"Esto da la sensación de que de que el dolor estorba, o sea, de que está ahí, de que tú tienes que seguir. No te des la oportunidad de de vivir tu duelo, avanza, avanza", detalla Grullón.

Frases como “todo pasa por algo” o “todo tiene una razón”, dichas cuando la herida está abierta, pueden provocar enojo y desconexión emocional, al intentar darle sentido inmediato a una pérdida que aún no se puede comprender.

Igualmente dañina es la comparación: “hay gente que está peor”.

El sufrimiento no es una competencia. Comparar el dolor lo invalida. Esta es una frase que nunca deberíamos decir”, subrayó Grullón.

La mejor opción es acompañar a esa persona que está pasando por un duelo

La mejor opción es acompañar a esa persona que está pasando por un dueloShutterstock

Otra expresión que genera mucho conflicto es “ya es hora de soltar”, porque sugiere que amar, recordar o llorar es aferrarse, cuando en realidad es una expresión natural del vínculo.

Entonces, ¿qué sí hacer?

La psicóloga recomienda algo mucho más sencillo, pero profundamente humano: estar.

Estar presentes sin corregir, sin minimizar, sin intentar arreglar el dolor. Escuchar sin interrumpir, sin apurar procesos, sin imponer tiempos.

Acompañar no es tener respuestas. Es permitir que la persona llore, hable, cuestione, exprese su dolor sin sentirse juzgada o presionada.

Hablar del ser querido desde el amor y los buenos recuerdos también puede ser sanador, siempre respetando el ritmo emocional de quien está de duelo.

Preguntas simples como “¿cómo te sientes hoy?”, “¿cómo estás llevando estos días?” o “¿quieres hablar de él/ella?” pueden abrir espacios de alivio.

Evitar el tema por completo, aclara la experta, suele proteger más a quienes rodean al doliente que a la persona que sufre.

Señala que el recuerdo reconocido duele menos que el recuerdo reprimido. Validar el dolor, permitir que exista y acompañarlo con respeto es una de las formas más sanas de ayudar.

Sobre el autor
Merilenny Mueses

Merilenny Mueses

Licenciada en ComunicaciónSocial, graduada Magna Cum Laude. Apasionada por contar historias que inspiran y conectan. Creo en el poder de las palabras para transformar realidades y enlos atardeceres como recordatorio de que la belleza de lo simple es majestuosa.

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