Vladimir Putin prometió ayer, martes, que la ofensiva militar rusa en Ucrania continuará hasta que se cumplan sus objetivos, e insistió en que la campaña se desarrolla según lo previsto, a pesar de haber hecho una retirada ante la dura oposición ucraniana y de que ha sufrido importantes pérdidas.
Las tropas rusas, frustradas en su avance hacia la capital ucraniana, se centran ahora en la región oriental de Donbás, donde Ucrania dice estar investigando una denuncia de que se había lanzado una sustancia venenosa sobre sus tropas. No estaba claro qué sustancia podría ser.
Putin insistió en que su invasión tenía como objetivo proteger a la población de las zonas orientales de Ucrania, las cuales están bajo control de rebeldes respaldados por Moscú, y “garantizar la propia seguridad de Rusia”. Dijo que Rusia “no tenía otra opción” más que lanzar una “operación militar especial”, y prometió que “continuará hasta completarla a cabalidad y se cumplan las tareas que se han fijado.”
Por el momento, las fuerzas de Putin se preparan para emprender una gran ofensiva en el Donbás. Algunos estrategas militares dicen que los líderes rusos parecen esperar que el apoyo local, la logística favorezcan al ejército ruso.