Aviación y Turismo aliados impulsan el desarrollo de República Dominicana

Aviación y Turismo aliados impulsan el desarrollo de República Dominicana

La seguridad y modernización con tecnología de punta de la aviación civil, la formación académica, técnica y profesional del personal, hermanadas con estrategias mercadológicas aplicadas en la promoción turística, sitúan a la República Dominicana como una de las naciones que tienen en la industria turística y en la aviación dos puntales fundamentales para impulsar su desarrollo.

“Nuestro país es una nación isleña y su economía depende en gran medida del turismo, y la mayoría de los turistas llegan por los distintos aeropuertos de nuestro país”, comentó el doctor Alejandro Herrera, director del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC).

Herrera tiene suficientes motivos para sentirse satisfecho por el trabajo realizado en el IDAC. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) acaba de declarar a la República como la nación “más segura y confiable” en operaciones aéreas. La distinción fue entregada personalmente por Raymond Benjamín, quien afirmó, además, que los dominicanos tienen la más calificada Academia de Ciencias Aeronáuticas y Civil de América Latina y la región del Caribe.

“La República Dominicana tiene en el turismo y en la aviación sus puntos fundamentales en términos estratégicos. Por ejemplo, el Aeropuerto Internacional de Punta Cana recibe una cantidad de vuelos que llegan diariamente con turistas, y lo coloca como el principal aeropuerto en términos de tránsito aéreo”.

Según Herrera, esa terminal aérea tiene el desarrollo, la capacidad y la infraestructura tecnológica para poder seguir encarando los desafíos de crecimiento y de aumento de tráfico, tanto en operaciones aéreas como en términos de pasajeros que llegan a la República Dominicana.

En materia de aviación civil, apunta el director del IDAC, el sistema aeronáutico dominicano inició en el 2004 un proceso de transformación del sistema. Para esa fecha los aviones dominicanos estaban impedidos de volar a los Estados Unidos y en esas condiciones transcurrieron, hasta que se emitió la ley 491, en el 2006.

“Esa ley revolucionó el sistema, lo transformó, y logró una reorganización. Dividió la autoridad aeronáutica en dos partes: la parte técnica y la parte del transporte aéreo. Esto permitió que la República Dominicana recupere la categoría un año después, en el 2007. Desde entonces el proceso ha sido indetenible y sostenido”.

Herrera refiere que se ha obtenido niveles de estandarización en los sistemas, a nivel de cualquier país desarrollado, lo que considera un logro del IDAC, del Gobierno y del pueblo dominicano por mantener “una sostenibilidad de políticas y de apoyo al sector”.

Uno de los puntos clave que trajo la ley 491, según el funcionario, fue otorgarle autonomía administrativa y financiera a la autoridad aeronáutica, pues le ha dado capacidad para que se pueda gestionar el proceso de administración del sistema con holgura y transparencia.

Herrera recordó que el año pasado, el Gobierno inauguró dos modernos centros de control de tráfico aéreo, con los últimos estándares y tecnología en la materia, que le dio al país más capacidad de manejo del espacio aéreo.

Aerolíneas “Lo de tener una aerolínea nacional ha quedado como un sentimiento. Pero es que todo cambió. Cambió la realidad del negocio del transporte aéreo. Cuando las líneas aéreas predominaban en el mundo, casi todos los países tenían su línea bandera. Las rutas eran exclusivas de los Estados y no se transferían. Tenían una especie de monopolio. Pero eso cambio.

La República Dominicana, por ejemplo, liberalizó el mercado, el cielo aéreo. Nosotros nos regimos ahora por una política de cielo abierto. La Junta de Aviación Civil existe precisamente para manejar todo lo relacionado a las líneas aéreas. Si una línea quiere una ruta hacia República Dominicana, la solicita a la Junta y ahí hay un procedimiento que lo establece la ley y se le otorga esa ruta”.

“Eso acontece con la inversión. Antes el Estado participaba del negocio del transporte aéreo. Si el Estado participara en el negocio, lo distorsionaría porque existe la liberalización en la inversión.

La modificación que le hicimos en el 2013 a la Ley 491 precisamente buscaba ponernos a tono con la tendencia internacional del cielo abierto, apertura de las rutas y las posibilidades de que cualquier ruta pueda solicitar, venir a la República Dominicana y transportar pasajeros de aquí hacia otros destinos, sino también que en materia de inversión también pueden venir al país, invertir y convertirse en línea bandera nacional.

De hecho, cualquier línea, cualquier operador aéreo, cualquier inversionista que se acoja a la normativa de la ley 491 para convertirse en un operador aéreo nacional. No se le pone ningún obstáculo.

El único requisito es el cumplimiento de la Ley, los pasos que exige la Ley para el proceso de certificación, que son cinco, y al finalizar le otorgamos el certificado de operador aéreo, conocido por las siglas de AOC, sin el cual no puede operar. Luego en la Junta de Aviación Civil se le otorga el certificado de autorización financiera (CAE). Eso lo convierte en un operador nacional”.

 

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