Es de uso cotidiano, se lleva desde temprana edad y, sin embargo, lo usamos mal. Y esto puede estar afectando a tu salud. Hablamos del sostén.
Joanna Wakefield-Scurr es biomecánica y jefa del grupo de Investigación de Salud Mamaria en la Universidad de Portsmouth (Reino Unido). Ella misma, como tantas mujeres, acudió al médico porque le dolía mucho el pecho.
El doctor le dijo que la solución para sus dolores era que buscara un buen sostén.
No fue sencillo. Cuenta que hace casi dos décadas, lo que encontró no le daba buen soporte. Como mujer y como consumidora en general, sintió que era algo decepcionante. Y, como científica, se dio cuenta de que no había investigación en esta área.
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Así comenzó su camino profesional.
Ya lleva 17 años dedicada a la investigación sobre la biomecánica de la mama, su movimiento, cuáles son las consecuencias de éste en las mujeres y, al fin, a la búsqueda del sostén perfecto, uno que se adapte a la mujer, que no le haga daño.
Aunque su área de estudio se centra, específicamente, en la mejora de los sostenes deportivos y la influencia que tienen estos en el rendimiento de las atletas y deportistas, su labor se extiende para explicar cuáles son las ventajas de usar un buen sostén. Y cómo elegirlo.
Cómo influye un mal sostén, uno que no sujete bien
Hemos comprobado que el movimiento de los senos durante la actividad física puede ser algo muy doloroso para algunas mujeres y puede ser una barrera para que participen en la actividad física.
Pero, además, sabemos que este movimiento puede causar daño a los tejidos del seno. La piel es una de las principales estructuras de soporte que tiene y el movimiento puede estirar estas estructuras internas de la piel.
Una vez que pasa, no podemos hacer nada al respecto, se estira de modo permanente y puede hacer que el seno se hunda o que aparezcan estrías allí donde la piel se ha estirado más allá de su límite natural. Es una lesión y es irreversible.
La idea es que esto no pase dede el principio, por lo que es importante investigar cómo se mueve el seno y luego prevenir ese movimiento, ver cómo se trata de reducir. Y las marcas de ropa y lencería pueden probar y usar nuestra información para hacer mejores productos para mujeres.
Si voy a una tienda y trato de comprar un sostén normal… Cómo lo elijo.
Si fuera yo, buscaría uno que me brinde apoyo, que detenga el movimiento, que los mantenga en su lugar, que rodee todo el cuerpo.
La parte de abajo y que rodea la espalda (la tira donde se abrocha) tiene que ser firme, que se adapte bien, que no apriete pero que si te mueves, se quede en su lugar, es clave.
Luego hay que evaluar el ajuste de las correas de los hombros, que tampoco apriete pero no se caigan las tiras, que se pueda meter un dedo o dos. Y que la parte central, la que está entre los pechos, se apoye sobre nuestra piel, que ni se hunda ni se quede elevado. Y el aro, de tenerlo, no debe asentarse sobre ningún tejido mamario.
Pero la clave es buscar que la banda inferior se ajuste, sea firme y agradable.
Qué pasa si se decide no usar sostén, ¿es bueno, malo o no importa?
Depende. Tiendo a hablar de los beneficios que podemos tener al usar un buen sostén y son muchos. Pero si no quieres usarlo, es una elección personal.
Sabemos que hay un cambio amplio en la anatomía el llevarlo, que a algunas mujeres no les gusta la idea de que se modifique en algún modo su cuerpo.
Por ejemplo, durante el confinamiento, hicimos una gran encuesta y muchas mujeres se decantaron por usar un soporte menos estructurado, por lo que es posible que hayan optado por tops o sostenes más livianos. Y encontramos en un gran porcentaje de ellas que la forma de sus senos, como resultado, había cambiado. Es importante que se sepa esto.
Sigo diciendo que hay más beneficios en usarlo que no, pero depende de la persona.