Consultorio de Nutrición: Dieta proinflamatoria

Consultorio de Nutrición: Dieta proinflamatoria

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Qué es una dieta proinflamatoria y cómo afecta la salud de los consumidores?

R: El depósito excesivo de grasa abdominal (obesidad visceral), el tabaquismo y las situaciones estresantes desencadenan una respuesta inflamatoria crónica leve a moderada, con un aumento de sustancias inflamatorias (proteína-C reactiva, interleucina-6, factor de necrosis tumoral alfa, etc) que eventualmente pueden dañar las arterias, los nervios y los intestinos (McManus, K. Blog de Salud Harvard, 23 diciembre, 2013).

A pesar de que la inflamación es un mecanismo de defensa del cuerpo, cuando persiste por mucho tiempo aumenta el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, hipertensión, diabetes, algunos cánceres, enfermedades intestinales, psoriasis y otras patologías inflamatorias.

Afortunadamente la respuesta inflamatoria puede ser modulada por la dieta. Según los Estudios de Salud de las Enfermeras-II y de Seguimiento de los Profesionales de la Salud de los Estados Unidos, realizado en más de 200 mil sujetos seguidos durante 32 años, las dietas más proinflamatorias aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular en un 38%, comparadas con las dietas más antiinflamatorias; empeorando, también, el perfil del colesterol (Li, J y col. JACC 2020).

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Por otro lado, el perfil del colesterol mejora cuando se consumen alimentos antiinflamatorios (Anand S y col. JACC 2015). Los alimentos con mayor potencial proinflamatorio son: vísceras, carnes rojas y procesadas, hidratos de carbono refinados (pan blanco, arroz blanco), postres, azúcares, bebidas azucaradas (colas y bebidas deportivas).

Los alimentos con mayor potencial antiinflamatorio son: verduras de hojas verdes (col, repollo, lechuga, espinacas) y amarillo oscuro (ahuyama, pimientos amarillos); cereales integrales (bayas de trigo, avena, pan integral); frutas rojas, anaranjadas y amarillas, te, café y vino tinto; cúrcuma, canela, ajo, cebolla, jengibre, té verde y café negro; ácidos grasos monoinsaturados (aceites de oliva, canola y sésamo) y poliinsaturados omega-3 (atún, salmón, sardina, arenque, macarela); linaza y nueces.

Estos alimentos contienen sustancias antiinflamatorias como carotenoides, flavonoides, vitaminas y fibras.

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