P: ¿Cómo saber si usted tiene riesgo de sarcopenia?
R: La sarcopenia es una enfermedad progresiva y generalizada del músculo esquelético, caracterizada por una disminución de la fuerza muscular, la masa muscular y el rendimiento físico. La prevalencia mundial es 10%-17% en las personas de 60 a 70 años, y en los mayores de 80 años alcanza un porcentaje más alto, llegando incluso hasta un 50% (Yuan S, Metabolism 2023). Su etiología es multifactoral, iniciándose a los 40 años de edad y se asocia con el proceso fisiológico del envejecimiento; aunque, también, es causada por otros factores, tales como la inactividad física (vida sedentaria, hospitalización, encamamiento prolongado por enfermedad o discapacidad), resistencia a la insulina, diabetes mellitus, enfermedades crónicas que cursan con inflamación, cáncer y alteraciones en el estado nutricional. En el caso de la obesidad el depósito de grasa a nivel muscular causa “obesidad sarcopénica”.
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La sospecha de sarcopenia se determina mediante la prueba SARC-F, un cuestionario sencillo de fácil integración en la práctica clínica diaria. Este instrumento consta de cinco preguntas basadas en las propias percepciones del paciente sobre sus limitaciones de fuerza, habilidad para caminar autónomamente, levantarse de un asiento, subir escaleras y número de caídas en el último año (Malmstrom et al., J Am Med Dir Assoc. 2013). Para cada pregunta, el paciente deberá responder según el nivel de dificultad que encuentra en la tarea: 0 = ninguna; 1 = alguna y 2 = demasiada o incapaz. En este sentido, el rango de puntaje va de 0 a 10; y si el paciente acumula 4 puntos o más, según sus respuestas, se considera con síntomas de sarcopenia; mientras que si su puntuación va de 0 a 3, estará saludable. El tratamiento de la sarcopenia incluye, fundamentalmente, el ejercicio físico y una dieta sana, con una adecuada ingesta de calorías y proteínas; la suplementación con proteínas, hidroximetil-butirato (HMB), vitamina D y calcio. Se ha demostrado que los ejercicios físicos de resistencia (pesas, bandas elásticas, sentadillas, etc.) aumentan la masa muscular, la fuerza y la función.