Por Juan Miguel, Amaurys y Amín Pérez (Hijos de Bacho)
A principios de 1967, el periódico El 1J4 se erigía, según sus propias palabras, como el “vocero y defensor abnegado y firme de la clase obrera”. Bajo la dirección de Raúl Pérez Peña (Bacho), el periódico se trazó ser en el plano interno “un organizador del partido, un orientador ideológico de los cuadros, activistas y colaboradores”. A nivel externo, su función principal debía ser “ligar”, de acuerdo con su terminología, el partido “a la clase obrera y a todos los sectores oprimidos y humillados de la sociedad”.
Profundizar el contexto histórico en el cual se inscribe este periódico, es fundamental para comprender el valor de sus escritos. Nos encontramos en el primer año del régimen de Balaguer, cuyo primer objetivo fue perseguir y aniquilar a las fuerzas revolucionarias en el país, implementando una serie de prácticas criminales, como las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas y la tortura, tal como lo reflejan el contenido de sus páginas.
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A pesar de la violencia desatada, la cual fue calificada de “fascista”, el periódico sirvió de trinchera para denunciar la represión que se ejerció contra los dirigentes y militantes del Movimiento Revolucionario 14 de Junio y de otras organizaciones de izquierda, los cuales vieron caer a consagrados compañeros durante ese período, como Guido Gil, Orlando Mazara, Miguel Reyes Saldaña, Luis De Peña (Luis Parrish), Carlos Castillo, Juan B. Lajara, Radhamés García, Ernesto O. Johannes, entre muchos otros.
Sobre cada uno de ellos, fue notorio el esfuerzo de Bacho por defender la memoria de los caídos, así como la de todos los héroes y mártires del catorcismo verde y negro. De igual modo, no dejó de reivindicar las luchas patrióticas del 1844, 1865 o 1959 pues entendía que el partido fundado por Manolo y Minerva constituía la continuidad histórica y patriótica de esos ideales. Fue una etapa difícil, pues era latente la pugna en el campo revolucionario por la hegemonía de las fuerzas políticas que se enfrentaban en la oposición contra el autoritarismo del gobierno, véase especialmente el PRD, MPD y PCD.
No hay dudas de que el destino del Che en octubre de 1967 tuvo un impacto significativo en la izquierda latinoamericana y particularmente en el seno del 1J4. Sobre ese hecho, podemos apreciar su resonancia particularmente importante en el devenir histórico del partido, siendo la caída del guerrillero heroico un golpe demoledor para el proyecto insurreccional. Por eso, Bacho con sus contribuciones periodísticas dejó un legado invaluable para la memoria histórica dominicana, que servirá para ilustrar la resistencia de un pueblo ante los abusos e injusticias. En cada artículo, portada o editorial, Bacho intentó mantener viva “la llama augusta de la libertad, de la justicia y el espíritu de la revolución”.