“El Viceministerio de Identidad Cultural y Ciudadanía, desarrolla políticas, estrategias y acciones programáticas que son de gran importancia para la vitalidad, el estímulo y el fortalecimiento de las manifestaciones y expresiones de la creatividad popular, en especial aquellas cuyo espíritu y motivos tradicionales preservan, auspician y exaltan la identidad nacional y nuestra diversidad cultural desde las distintas regiones del país”… (Pastor de Moya, 2023)

Desde la perspectiva del sujeto crítico, en primera y última instancia, la cultura se construye y deconstruye como recurso básico de realización individual y del pleno ejercicio de ciudadanía. El acceso a la cultura implica libertad individual y es un derecho digno de ser preservado y promovido por el Estado. A través de la cultura nos proyectamos como individuo, sociedad y Nación hacia el futuro.

En nuestro país, fortalecer la infraestructura cultural nacional; reforzar la inclusión de los diversos sectores sociales en los procesos de producción cultural y auspiciar el desarrollo de la sensibilidad espiritual de los ciudadanos, devienen materias y cláusulas esenciales para la prosperidad de cualquier discurso oficial cuyos objetivos sean el fomento de la cultura y el apoyo a la creación artística.

Para lograr el avance hacia tales objetivos, los responsables de nuestras principales instancias educativas, culturales y artísticas, estarían más que obligados a rediseñar e implicar acciones estratégicas de producción y gestión que involucren a los verdaderos protagonistas de la cultura, incluyendo los relacionados con el sector público y las iniciativas privadas.

En República Dominicana, durante las últimas dos décadas, con las rigurosas excepciones de José Rafael Lantigua, Carmen Heredia de Guerrero y Milagros German, los ministros de cultura se han destacado especialmente como fracasados publicistas y vanidosos encantadores de presidentes de turno. Sin embargo, uno de los muchos puntos ciertamente luminosos de la actual gestión que lidera la ministra Milagros Germán es haber logrado que el presidente Luis Abinader haya promulgado la importante Ley Núm. 10-21 que crea y prioriza la misión de los viceministerios.

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Como respuesta implicatoria y efectiva a estas cuestiones claves del complejo sistema cultural nacional, se impone registrar algunas de las más significativas acciones que ha ejecutado recientemente el Ministerio de Cultura a través del Viceministerio de Identidad Cultural y Ciudadanía, encabezado por Ramón Pastor de Moya, intelectual, artista visual y gestor cultural de larga y exitosa trayectoria.

Precisamente, con su jovialidad, precisión y lucidez proverbiales, Pastor de Moya, reconoce que una política cultural estatal efectiva, ética y transparente, reclamará siempre un sistemático ejercicio de imaginación y creatividad, además de un consistente espíritu democrático y autocrítico.

Desde el Viceministerio de Identidad Cultural y Ciudadanía, Pastor de Moya, enfatiza en la promoción de la ampliación de los cauces de participación institucional y social, así como en el afinamiento de las herramientas jurídicas y administrativas para enfrentar los retos de la sociedad a la que se debe y cuyo proceso transformador viene desbordando las respuestas que recibe desde lo institucional.

En virtud del artículo 26.4. de la Ley Núm. 10-21 y de la misma relevancia de su misión institucional y sus realizaciones, el Viceministerio de Identidad Cultural y Ciudadanía se proyecta como el alma del Ministerio de Cultura al asumir con responsabilidad y óptimos resultados el diseño y la formulación de los procesos de gestión, administración y ejecución de los proyectos y actividades de áreas tan diversas, significativas e implicatorias como participación popular, carnaval, folklore y promoción del libro y la lectura.

Evento de especial interés para el Viceministerio de Identidad Cultural y Ciudadanía, resulta el Desfile Nacional de Carnaval. Para su edición del 2022, en la cual participaron más de 10.000 carnavaleros y 252 comparsas de toda la geografía nacional, Milagros Germán, mediante resolución ministerial, dispuso el aumento de un millón de pesos para la dotación del Gran Premio y reconoció el trabajo de los carnavaleros en diez categorías con tres premios en cada una, para una inversión total de RD$4,865,000.00.

Asimismo, fue creado el Premio Luis Días de Música de Carnaval con tres categorías y dotación de RD$325,000.00. En la ocasión, también fue relanzado el Premio Felipe Abreu con dotación única de RD$150,000.00, obtenido por Elizabeth Liven Reyes por su pintoresco y popular personaje de la Buloyita.
Durante la pasada edición del año en curso, mediante el Decreto presidencial 60-23, se institucionalizan los Premios Anuales del Carnaval Dominicano. Estos son el Premio Felipe Abreu al Mérito del Carnaval Dominicano; el Premio Anual Luis Días de Música del Carnaval Dominicano; el Premio Anual del Desfile Nacional del Carnaval y el Gran Premio del Desfile Nacional del Carnaval, este último para la comparsa con mayor calificación en los aspectos evaluados. Dicho decreto, establece que los premios serán organizados y financiados por el Ministerio de Cultura.

El Premio Anual del Desfile Nacional de Carnaval, también incluye la entrega de tres menciones: Premio Especial del Público; Mejor Propuesta Coreográfica y Mejor Musicalización, dotadas cada una con RD$100,000.00. Las bases de estos premios han sido aprobadas mediante la resolución ministerial 07-2023, en consonancia con la política de institucionalidad y el espíritu de transparencia que especializan la labor cotidiana del apasionado, diligente y efectivo equipo de trabajo que encabeza Pastor de Moya desde el Viceministerio de Identidad Cultural y Ciudadanía. Pero esto no es todo…