
Crisis haitiana
Hoja de Ruta: ¿Podrá devolver la estabilidad a Haití y qué cambia para República Dominicana?
La eficacia de la Hoja de Ruta para la Estabilidad y la Paz en Haití dependerá del cumplimiento de tres condiciones
El director de la Fundación Zile, Edwin Paraison, consideró que la reciente actualización (versión 3) de la Hoja de Ruta para la Estabilidad y la Paz en Haití, presentada por el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Albert R. Ramdin, muestra avances significativos al incorporar las observaciones y aportes de diversos actores.
No obstante, según explicó el excónsul de Haití en República Dominicana, su eficacia dependerá del cumplimiento de tres condiciones: seguridad efectiva, liderazgo haitiano y coordinación internacional.
“En lo inmediato, el nuevo arreglo de seguridad autorizado por el Consejo de Seguridad (FRG, siglas en inglés) debe operar codo a codo con la Policía Nacional de Haití, con la necesaria inclusión del ejército (hasta ahora un poco dejado inexplicablemente de lado)”, manifestó Paraison a periodistas del Hoy Digital.
Señaló que, a la par, el proceso político y electoral en Haití debe seguir siendo dirigido por las autoridades del país, con apoyo técnico de CARICOM (Comunidad del Caribe), la OEA y la ONU (Organización de las Naciones Unidas), evitando duplicidades y garantizando los derechos humanos y la rendición de cuentas.
“La actualización de la Hoja de Ruta descansa sobre cinco pilares —seguridad, consenso político, proceso electoral, respuesta humanitaria y desarrollo— porque une la urgencia con las reformas estructurales. Si se ejecuta con coherencia y metas verificables, es viable para devolver estabilidad y sentar bases de prosperidad”, pronunció el exdiplomático.

Edwin Paraison, excónsul de Haití en RD
¿Qué cambia para la República Dominicana?
Edwin Paraison expresó que el llamado “plan comprensivo” también beneficiará a la República Dominicana de la siguiente manera:
1. Frontera y crimen transnacional: El pilar de seguridad prioriza control de armas, puertos y aduanas, y cooperación para desmantelar redes; eso favorece una frontera más ordenada y menos permeable.
2. Menos presión migratoria en el mediano plazo: Reducir la violencia y reabrir servicios en Haití baja las salidas forzadas; hoy la inestabilidad impacta a toda la región, incluida RD.
3. Diplomacia del agua y prevención de conflictos: La Hoja de Ruta incorpora gobernanza hídrica binacional, con proyectos específicos para el río Dajabón-Masacre, lo que abre un canal técnico de cooperación con beneficios sanitarios, agrícolas y de gestión de riesgos.

Frotera entre Haití y República Dominicana
4. Oportunidad de agenda común: Comercio transfronterizo más seguro, corredores humanitarios y coordinación en salud, educación de emergencia y agua/EAH pueden reducir tensiones y mejorar la gestión de retornos y movilidad humana con enfoque de derechos.
Paraison, además, destacó que la Fundación Zile está abierta a colaborar en el eje binacional, debido particularmente a una falta de diálogo, a la vez que se recrudece un fervor nacionalista antiinmigración haitiana.
Haití hunde sus raíces
Por su parte, el sociólogo Celedonio Jiménez Santos considera que la profunda crisis que enfrenta Haití —marcada por la inestabilidad política, la violencia de las bandas armadas y el deterioro sanitario agravado tras el paso del huracán Melissa— hunde aún más las raíces de la vecina nación “en un pasado remoto”.
“Imperios del pasado y del presente han contribuido, con su comportamiento respecto a Haití, a su grave y compleja crisis de hoy”, declaró el catedrático.

Sociólogo Celedonio Jiménez Santos
Añadió que la inestabilidad política en el territorio haitiano halla una de sus explicaciones fundamentales en la conducta voraz de su élite histórica y políticamente dominante.
“A esta élite muchos atribuyen la responsabilidad de las bandas que controlan ampliamente su capital, Puerto Príncipe, y buena parte del territorio nacional. La gran inestabilidad política en Haití y la propia crisis sanitaria son producto de un gran desorden institucional, de la corrupción de sus líderes políticos, de la enorme miseria que padece el pueblo haitiano y de la reacción lenta o tardía de la comunidad internacional en apoyo a Haití”, aseguró Celedonio Jiménez Santos.
Además, el investigador precisó que, aunque reconoce la necesidad de la asistencia internacional a Haití, “somos del criterio de que, en lo esencial, la solución a la crisis de este país —con el que compartimos la isla— debe tener como protagonistas principales a los propios haitianos”.