El cerebro humano adulto, contenido dentro del cráneo tiene un peso aproximado de mil quinientos gramos, equivalente a 3.3 libras. Dicho órgano alberga alrededor de cien mil millones de unidades celulares llamadas neuronas de las cuales unas veinte mil millones están alojadas en la zona de la corteza. Nuestro pensamiento se genera y guarda en esta noble parte del organismo. Todo cuanto nos acontece guarda como memoria , banco al que acudimos como referente para llevar a cabo nuestro continuo vivir. Lo que hacemos, cuando y donde lo realizamos queda registrado en la región y núcleos corticales a manera de una crónica biológica.

El desarrollo del lenguaje y de la escritura permitieron al Homo sapiens evolucionar rápidamente y sobresalir hasta dominar el resto de las especies terrestres. La imprenta y la Internet han acelerado de modo extraordinario la comunicación humana.

A partir del año 1982 desarrollé la costumbre sabatina de visitar las librerías ubicadas en la Ciudad Colonial de Santo Domingo de Guzmán. Había una en especial que nunca omitía y ella era La Trinitaria, localizada en la calle Arzobispo Meriño esquina José Reyes. Doña Virtudes, su propietaria, era una dama con una mente prodigiosa, tenía un inventario al día en su cabeza y atendía a cualquier pedido de modo inmediato. A media mañana encontraba cotejados en sendas mecedoras a los tertulianos ingeniero Hamlet Herman y al historiador y sociólogo Franklin Franco.

Puede leer: Práctica médica 2023

Del profesor universitario Franco Pichardo habíamos leído con gran interés y en forma detallada su libro “República Dominicana: Clases, Crisis y Comandos”. Allí se vertía en apretada síntesis una interpretación social y política de la Revolución constitucionalista de 1965 que derivó en la segunda intervención militar norteamericana en la República Dominicana. Franklin siempre me lució afable, respetuoso y atento.

La cuarta edición de la “Historia del Pueblo Dominicano” se publicó en el año 2005. Diría que este libro es el ensayo histórico más completo del autor. Ha sido recomendado como texto en el sistema educativo dominicano. La carta que lo avala reza: “constituye un valioso aporte a las presentes y futuras generaciones para conocer e interpretar el proceso de desarrollo de la sociedad dominicana, y además pone énfasis en los fenómenos socioeconómicos y políticos que han perfilado nuestra fisonomía como nación”.

Para una mejor comprensión sociológica de ese periodo de la historia nacional sería de gran utilidad haber leído la Composición Social Dominicana de Juan Bosch. Las obras escogidas de Emilio Cordero Michel, así como los trabajos de don Américo Lugo expanden la comprensión de la temática. La Academia Dominicana de la Historia, bajo la coordinación general de Roberto Cassá, ha dado a la luz la monumental referencia titulada “Historia General del Pueblo Dominicano” , serie en cinco tomos que debería ser material fundamental de enseñanza nacional oficial de historia dominicana.

Un pueblo sin historia es una nación sin memoria, un cerebro vacío, sin brújula; un barco sin rumbo, a la deriva y a merced del capricho de los engañosos vientos y del oportunismo. Si además de ser pobre, nuestro pueblo desconoce sus orígenes, las buenas costumbres, sus sueños truncados, sus derrotas y sus triunfos, no estará en la capacidad de emprender las rutas encaminadas al desarrollo del bienestar colectivo.