La diabetes: sus repercusiones emocionales

La diabetes: sus repercusiones emocionales

Julio Ravelo Astacio

Por Julio Ravelo Astacio

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Hablar sobre esta patología será siempre del interés de una parte importante de la población, familiares y amigos. Conocerla dada su alta incidencia a nivel mundial es fundamental para pensar en la necesidad de los chequeos médicos y de laboratorio que confirmen o nieguen su presencia.

Vale destacar que aproximadamente 422 millones de personas en el mundo la padecen. La mayoría viven en países de bajos y medianos ingresos. Se estima en unos 43 millones de personas las que la padecen en América Latina y el Caribe (The Lancet 2021). Esta es la octava causa principal de muerte. El número de fallecidos supera las 244 mil personas a nivel mundial. Los gastos médicos, de trabajo y salarios perdidos de las personas con diabetes alcanzan la cifra de unos 413,000 millones de dólares al año.

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Como se puede apreciar, en una rápida mirada de las cifras antes mencionadas, las repercusiones de esta enfermedad también golpean las economías de los países donde residen quienes la padecen. No sólo nos afecta la salud y las condiciones de vida, también golpea bolsillos y carteras.

En ocasiones se dice: “es una persona muy amable y dulce”. Bueno, dejemos y hasta estimulemos que sea amable y lo siga siendo, pero, tenga cuidado si se pasa de dulce y se le endulza hasta la sangre… pues de ahí en adelante las cosas no marcharán muy bien. Va a necesitar de su propia atención y la de su médico.

La diabetes es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. Conviene resaltar que nuestro cuerpo descompone la mayor parte de lo que ingerimos en azúcar (glucosa) y la libera en la sangre. Cuando estos niveles suben, le indican al páncreas que libere insulina.

Esta funciona como una llave que permite que la glucosa entre en las células del cuerpo para que estas la usen como energía.

Teniendo diabetes el cuerpo no produce suficiente insulina o, no puede utilizar de manera adecuada la que produce. Cuando no hay suficiente queda demasiado azúcar en el torrente sanguíneo. Con el tiempo eso puede causar problemas de salud graves como: pérdida de la visión, enfermedades del corazón y riñones.

Se describen 3 tipos, pasemos a describirlas brevemente.

•Tipo 1: se considera que la causa es una reacción autoinmunitaria (el cuerpo se ataca así mismo por error). Esta reacción destruye las células del páncreas que producen insulina, llamadas células Beta. Los hábitos alimenticios y el estilo de vida no causan este tipo.

•Tipo 2: en esta el cuerpo no usa la insulina adecuadamente o no puede mantener la glucosa a niveles normales. Se va produciendo a lo largo de los años y, por lo general se diagnostica en los adultos. Pero vale la pena destacar que, cada vez más se diagnostica en jóvenes, niños y adolescentes. Este tipo muestra niveles de glucosa muy elevados.

•Gestacional: ocurre en mujeres embarazadas que nunca habían tenido diabetes. Por lo general, esta desaparece después del parto, sin embargo, aumenta el riesgo de que presente diabetes tipo 2 en el transcurso de su vida.

El bebé podría tener un mayor riesgo de presentar complicaciones en su salud, más probabilidades de tener obesidad en la niñez o adolescencia y luego padecer diabetes tipo 2.

Vamos, amigo lector, a repasar los síntomas principales de la diabetes.

Todos tenemos un familiar, amigo, compañero de labores afectados por esta enfermedad o muchos de los que no la padecen en la actualidad podrían tenerla en los próximos años. Entonces, vale la pena recordar estas manifestaciones que pueden permitirle sospechar cuando alguien presente algunos de ellos y, hacer con la delicadeza de lugar la sugerencia que corresponda.

Veamos los síntomas más llamativos y ya estaremos listos para alertarnos de su presencia. Los acostumbran a llamar las “4P”:

•Necesidad de orinar con frecuencia en la noche: Poliuria.

•Sensación frecuente de sed: Polidipsia.

•Sensación permanente de hambre: Polifagia.• Pérdida de peso.

A estos podemos agregar: visión borrosa, hormigueo en manos o pies, cansancio, piel muy seca, lesiones en la piel que cicatrizan muy lentamente.

Un poco más de esfuerzo y ya seremos aprendices de Endocrinología y Diabetología.

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