El reciente escarceo sobre reducir el actual 50% requerido para ganar en primera vuelta en las elecciones presidenciales sugiere volver al origen y las razones tras ese alto 50%.
En abril de 1994 la Fundación Siglo XXI, compuesta por politólogos, sociólogos y economistas dominicanos, con financiamiento de la USAID, emitió un documento sugiriendo reformas al sistema electoral dominicano que prohibirían la reelección consecutiva y establecería un sistema de balotaje bajo el cual se requería sacar un 40% para ganar en primera vuelta.
Ese fue el resultado de negociaciones donde el PLD estuvo representado por Temístocles Montás y Mercedes Sabater; el PRD por Tirso Mejía Ricart y por los reformistas Liselotte Marte Hoffiz y otros. Los partidos minoritarios tuvieron a Pelegrín Castillo y José Rafael Abinader, padre del actual Presidente de la República, entre otros.
Como se prohibía la reelección, Balaguer ordenó a sus representantes que no firmasen el documento final. El grupo estuvo asesorado por José del Castillo y José Oviedo. El tema del balotaje ya había sido discutido en grupos como Fórum y en la revista Rumbo y ya existía en Chile desde hacía cinco años y en Europa era común.
Al mes siguiente de la publicación de la propuesta, tuvieron lugar las elecciones presidenciales de 1994, donde José Francisco Peña Gómez sacó un 41.55%, a pesar del fraude cometido al no aparecer muchos perredeístas en las listas de votantes y a pesar de la intensa campaña sucia en su contra acusándolo de ser haitiano.
Balaguer sacó un 42.29% por lo que la diferencia fue menos de un 1%. De no haber existido esas dos circunstancias es probable que Peña Gómez hubiese sido presidente. Ante esa situación Balaguer y el PLD negociaron para que el porcentaje en las próximas elecciones subiera a un 50%.
Peña Gómez protestó y se le prometió que se volvería al 40% cuando el Congreso lo aprobara. Balaguer dijo eso públicamente pero el Congreso lo dejó en 50% y Balaguer irónicamente culpó a los peledeístas de esa situación aunque ese partido no contaba con los votos para lograrlo.
En las elecciones de 1996, donde Balaguer constitucionalmente ya no podía participar y Bosch se había retirado de la política, Peña Gómez sacó un 45.94% lo que significa que hubiese sido presidente a no ser por el establecimiento constitucional del 50% en 1994. De haberse mantenido el 40% hubiera sido presidente.
En el 2020 el actual presidente Luis Abinader sacó un 52.52% lo que hizo innecesaria una segunda vuelta. El presidente Abinader ha confirmado que se opone a modificación alguna de ese 50%.
Peña Gómez no fue presidente en 1994 por el fraude y la campaña sucia y tampoco lo fue en el 1996 por el nuevo requisito del 50% en vez del 40% propuesto por la Fundación Siglo XXI. Dudamos que en otros países se requiera un porcentaje tan alto y en un momento de calma política tal vez deba modificarse la Constitución para bajarlo al 40% planteado originalmente.