CONCORD — Puede que Rodolfo, el reno de nariz roja, encuentre millones de zanahorias preparadas para él en Nochebuena, pero, ¿qué ocurre el resto del año?
Encontrar comida en un paisaje frío y desolado es un desafío, pero investigadores del Dartmouth College en Nueva Hampshire en la Universidad de St. Andrews, en Escocia, indicaron que los ojos de los renos podrían haber evolucionado para ayudarles a localizar con facilidad su alimento preferido.
Es una nueva prueba de que si bien los renos son famosos por tirar del trineo de Santa, lo que de verdad les caracteriza es su visión, dijo Nathaniel Dominy, profesor de antropología de Darthmouth y coautor de un estudio reciente publicado en la revista i-Perception.
“Han estado un poco en la sombra y poco reconocidos en los anales de la neurociencia visual, pero están teniendo su momento porque tienen un sistema visual fascinante”, dijo en una entrevista.