A la duodécima fue la vencida y Los Ángeles Lakers, después de once derrotas consecutivas contra los Denver Nuggets, lograron el triunfo este sábado por 119-108 y evitaron la barrida (1-3) ante los vigentes campeones de la NBA.
Los de púrpura y oro no sometían a los Nuggets desde diciembre de 2022 y todavía tienen una misión prácticamente imposible para remontar esta serie de primera ronda del Oeste puesto que ningún equipo en la historia de la NBA ha sobrevivido a un 0-3 en contra.
Pero al menos se quitaron esa maldición reciente que les perseguía contra los de Nikola Jokic y además esquivaron ser barridos en dos años consecutivos ante Denver.
Los Lakers consiguieron por fin cambiar el guion de sus últimos enfrentamientos ante los Nuggets y lo hicieron de la mano de unos fantásticos LeBron James (30 puntos con 14 en el último cuarto, 5 rebotes y 4 asistencias) y Anthony Davis (25 puntos, 23 rebotes y 6 asistencias).
También fueron muy importantes las aportaciones de Austin Reaves (21 puntos y 6 asistencias) y D’Angelo Russell (21 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias).
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Frente a su ya habitual hundimiento en el tercer cuarto contra los Nuggets, en esta ocasión los angelinos, que llegaron con un +13 al descanso, no se vinieron abajo y solventaron ese periodo con un igualado parcial de 30-32.
Los de Darvin Ham plantaron asimismo su bandera en la pintura con 72 puntos frente a los 52 de Denver.
Incapaces esta vez de orquestar otra remontada deslumbrante, los Nuggets contaron con un nuevo triple-doble de Nikola Jokic (33 puntos, 14 rebotes y 14 asistencias).
Michael Porter Jr. (27 puntos y 11 rebotes) y Jamal Murray (22 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias) respaldaron al genio serbio.
El quinto partido de esta eliminatoria se jugará en Denver este lunes.
Mismo comienzo, diferente final
Una vez más, los Lakers dominaron el primer cuarto ante los Nuggets y esta noche se hicieron fuertes en la zona con 24 de sus 28 puntos en el periodo inicial.
Y una vez más, los Nuggets entraron a la cancha con calma y el freno de mano echado, aunque Jokic abrió pronto el baúl de las maravillas con un precioso pase por la espalda a Porter Jr.
Con 28-23 camino del segundo acto, los Lakers metieron una marcha más con Davis y LeBron al mando de las operaciones frente a unos Denver lejos de su precisión y finura características. Al contrario, los de Mike Malone solo metieron el 35 % de sus tiros en el segundo cuarto y acumularon 8 pérdidas de balón en la primera mitad.
El 61-48 camino de los vestuarios era el reflejo de una sólida primera parte de los locales, pero todo el mundo en Los Ángeles tenía en la mente las pesadillas de los terceros cuartos frente a los Nuggets.
Sin embargo, esta vez Denver no encontró la manera de darle la vuelta al encuentro. Porter Jr. (15 puntos en el tercer periodo) y Jokic (10) agitaron los fantasmas de la remontada pero los Lakers respondieron con varios triples providenciales de Russell, Gabe Vincent y Taurean Prince para llegar al desenlace con un valioso 91-80.
Entonces LeBron vio claro que era ‘ahora o nunca’, agarró el volante del encuentro con autoridad y firmó varias jugadas espectaculares. Estaba tan metido en el duelo que en un momento se le vio muy enfadado con su propio banquillo cuando no pidieron un ‘challenge’ que parecía ganador.
Un ‘alley-oop’ culminado por LeBron y un triple de Russell colocaron un +19 en el ecuador del último cuarto que casi resultaba definitivo.
Pero los Nuggets no están enterrados hasta que no cae sobre ellos la última palada de tierra y los Lakers, que vieron acercarse a Denver a solo 7 puntos, tuvieron que sudar hasta el final para respirar aliviados por fin.