China-Caribe- Haití-Estados Unidos

Eduardo Klinger Pevida
Lo primero que advierto a mis estudiantes es que el análisis geopolítico debe carecer de consideraciones ideológicas. Si le cargan ideología vician las conclusiones. Ni EE. UU. ni sus incondicionales soportan la inevitabilidad del ascenso chino. El hegemonismo absoluto de EE. UU. esta disminuido, observen la realidad. En el nuevo universo que nos circunda nadie dispondrá de poder absoluto.
No es verdad que unos 150 países tengan a China como socio principal o segundo por ignorancia o “trampas” de cualquier tipo. La ventaja china es que sus relaciones son estrictamente estatales, ni políticas ni ideológicas. Lo recordó el canciller dominicano. La secretaria de seguridad estadounidense acaba de “designar” a Ecuador como el aliado central de EE. UU. en Latinoamérica, aunque tiene estrechas relaciones con China y hasta un TLC. Beijing no les exige a sus socios que rompan con Washington; lo único inaceptable son vínculos oficiales con su isla rebelde, pero no obstruye las relaciones comerciales con la misma. Aquí funciona una cámara de comercio taiwanesa.
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Nueve naciones caribeñas son socias de China y se han beneficiado de enormes inversiones en infraestructuras de impacto socio económicos relevantes. Pequeñas islas, dependientes de EE. UU., han cultivado sus relaciones asiáticas sin que el mundo les venga encima.
El trágico tema haitiano es histórico y los principales llamados a resolverlo son EE. UU. y la Francia colonial que le cobró una fortuna para reconocer su independencia. Hay un movimiento reclamándole a Macron que le devuelva ese dinero. China esta a 13,500 kilómetros de Haití; EE. UU. a solo 2,500; es su área tradicional de influencia.
Abundan recursos para guerras y armamentismos irracionales, pero no para urgencias humanitarias.
Leí que más de mil soldados chinos han participado en misiones de paz en Haití y busqué el dato: Misión de Apoyo Civil de Naciones Unidas, 1993-1996; Misión de Transición de Naciones Unidas, 1997; Misión de Policía Civil de Naciones Unidas, 1997-2000 y Misión de Apoyo Civil Internacional, 2000-2001, Todas en Haití. Ocho chinos murieron en el transcurso de esas misiones. Recuérdese que recientemente RD apoyó la evacuación de un grupo de chinos de servicio en ese país.
EE. UU. nunca ha necesitado una resolución del Consejo de Seguridad para intervenir en un país. Ahora, lamentablemente, no atiende las serias amenazas de seguridad que enfrenta esta nación, un aliado leal. Si Haití anunciase que está considerando las relaciones con China casi seguro intervendría Washington de inmediato. Seria problema resuelto.