Reflexión
Derechos humanos, ¿para quién?

Día Internacional de la No Violencia: ¿Cómo identificar si estás dentro del ciclo de maltrato?
El pasado 10 de diciembre se celebró el Día Internacional de los Derechos Humanos que resulta de la declaración universal de 1948. Se desarrollaron distintas actividades en conmemoración de este día con estudios y reflexiones de intelectuales y articulistas que apuntan hacia una mirada crítica de la situación de los derechos humanos en el país. (Ver: César Pérez, Susy Pola, Lillian Fondeur, entre otros) con énfasis en las violaciones que sufren los grupos vulnerables: mujeres, niñez, personas condiciones de discapacidad, situación de calle, migrantes de origen haitiano, afrodescendientes y privadas de libertad. (Centro Montalvo 2025).
En el estudio realizado por el Centro Juan Montalvo (2025) se destaca que el país cuenta con un “marco legal robusto y con compromisos internacionales relevantes, pero su implementación se ve obstaculizada por brechas de gobernanza, exclusión social y captura institucional”. (IBIDEM)
Tanto en el estudio del Centro Montalvo como en otros estudios (Fundación Ebert, Ciudad Alternativa, CIPAF y CIDEL, 2025) y reflexiones (articulistas citados) se establece que la población migrante haitiana es la más afectada por las violaciones de derechos humanos en el país.
El drama ocurrido recientemente que consternó a la sociedad dominicana de la niña de 11 años de origen haitiano, Stephora, víctima del racismo (como bien se señala en distintos análisis del fenómeno) ha demostrado la gravedad del problema en el país, manifestado en las prácticas discriminatorias de las que fue víctima e igualmente en el mal manejo de su muerte por el colegio, docentes y las instituciones pertinentes en su respuesta efectiva a la familia.
La niña se ahogó frente a docentes y población infantil que la observó y no se hizo nada para salvarla, ser indiferente ante el dolor y el riesgo de muerte es el reflejo de la discriminación y negación de derechos, ella lo vivió en su corta vida de infancia. A la madre se le avisó de su muerte cuatro horas después, no la recibieron a su llegada y las condolencias se expresaron 15 días más tarde.
Este hecho como muchos otros ocurridos contra personas de origen haitiano víctimas de maltrato, desprotección y silencio, muestra que los derechos humanos en el país no tienen ejercicio pleno e igualitario. Por el contrario, discursos de odio hacia la población haitiana reflejados en 81.5% de contenidos analizados en las redes (IBIDEM) oscurecen el clima de derechos que debiera existir en un país constitucionalmente democrático (Asamblea Nacional 2010) y signatario de compromisos internacionales vinculantes a su cumplimiento.
Se requiere de una voluntad política dirigida a transformar esta situación de desigualdad, exclusión y violaciones de derechos humanos para lograr justicia y equidad.