La Cámara de Diputados y el Senado de la República le rindieron honores póstumos al doctor Tirso Mejía-Ricart Guzmán, a quien le reconoció su meritorio trabajo en pro de la modernización del Estado y su extraordinaria condición de legislador.

Fue el impulsor de las leyes que establecieron el Voto Preferencial, las reformas electorales y municipales e ideólogo de la provincia de Santo Domingo junto a su entonces compañero de partido, doctor José Francisco Peña Gómez. A la 1:43 de la tarde fue llevado al Congreso Nacional el cuerpo sin vida del historiador oficial de la ciudad de Santo Domingo, político, escritor, maestro y miembro del Partido Revolucionario Moderno (PRM), fallecido el pasado 3 de julio por problemas de salud, a los 85 años.

Mejía Ricart, psicólogo de profesión, fue fundador del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en el que militó la mayor parte de su vida y por el que fue diputado 1998-2002; diplomático. Se le considera uno de los hombres más democráticos de su tiempo. Escribió hasta los últimos días de su vida.

Los restos de don Tirso fueron sepultados en la tarde de ayer en el cementerio Puerta del Cielo, rodeado de sus hijos: Mariana, Luis Felipe, Rodríguez, Octavio, Juan Tomás, Larissa, Claudeine, Ángel Ernesto, y de su viuda, la catedrática Ángela Caba, con nietos y biznietos, amigos, intelectuales, políticos, empresarios, amigos. También, con miembros del Foro Renovador y de la Tertulia doctor Rafael Abinader, de las que formaba parte.

Luego del velatorio en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (USAD) le realizó un acto de cuerpo presente y lo elevó al solio de “Inmortal de la uasdianidad”. El PRM, la Dirección Ejecutiva le realizó una ceremonia de despedida.

Ya en el Congreso Nacional, la primera guardia de honor la realizaron los presidentes, de la Cámara, Alfredo Pacheco, y del Senado, Eduardo Estrella; el senador José Zorrilla y su viuda. Pacheco resaltó su labor en procura de las leyes de Partidos y Electoral. Los diputados Máximo Castro, Ramón Ceballos y Orlando Jorge Villegas, resaltaron la trayectoria de don Tirso.