Vida saludable

Vida saludable

Sergio Sarita Valdez

Vivir por vivir, todos vivimos; vivir sanamente eso ya es harina de otro costal. La Organización Mundial de la Salud nos recuerda: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

El médico junto al personal sanitario de una zona o país asumen la honrosa y delicada tarea de promover e incentivar los hábitos que contribuyan al mantenimiento en óptimas condiciones a esa fascinante y compleja maquinaria biológica denominada organismo humano.

Cada día se agregan nuevos elementos que la observación científica detecta y establece como favorables al sostenimiento y mejoría en la calidad y cantidad de vida de las personas.

Reconocemos lo desagradable que resulta enfermarse y lo doloroso que resulta pasar por la triste experiencia de perder a un ser querido, especialmente si entendemos que fue una ida a destiempo quizás por una falla o inobservancia del colectivo, la familia, o del mismo fallecido.

Todo arranca con la génesis reproductiva. Un embarazo deseado crea las mejores condiciones para el desarrollo exitoso del feto y un parto libre de descuidos graves o fatales.

La lactancia materna y la aplicación de un disciplinado esquema de vacunación auguran una niñez sana y cargada de alegría y felicidad hogareña. Una escuela segura con un personal calificado contribuye a formar individuos socialmente integrados conscientes de su responsabilidad dentro del colectivo.

El detallado conocimiento de la composición y funcionamiento del genoma humano permite identificar las fortalezas y debilidades contenidas en el programa informático heredado a través de nuestros progenitores. Son muchas las anormalidades detectadas por estudios cromosómicos y genéticos, lo que a su vez permite establecer terapias preventivas y curativas.

Ya prácticamente nada es producto del azar, en todo existe una relación de causa y efecto. De ahí la importancia de no desarraigar de nuestro espíritu adulto aquellas secuenciales interrogantes con los porqué de la niñez. Antes de ceder a la tentación de seguir casi inconscientemente el clisé de la industria farmacéutica: “Para cada queja una pastilla”, deberíamos tratar de saber, por ejemplo, cuál es el motivo que nos impide conciliar el sueño antes de ingerir un medicamento soporífero.

El insomnio pudiera deberse a un exceso de ruido, problemas financieros, sentimentales, ocupacionales, emocionales, o una combinación de factores, causales que una tableta no resuelve.

Por la boca muere el pez, nos asegura el solitario pescador, frase utilizada para referirnos al tipo y frecuencia con que nos alimentamos.

Una dieta balanceada y sin excesos nos libra de la obesidad, un mal que afecta a gran parte del mundo desarrollado y a buen número de países con ingresos medianos. Las grasas animales, los carbohidratos y demasiada sal en las comidas dañan el aparato cardiovascular.

El estrés y el sedentarismo contribuyen al desarrollo y agravamiento de males comunes como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y la ansiedad.

El tabaco, el abuso de sustancias estimulantes y de alucinógenos generan hábitos y dependencia psicológica que interfieren con el bienestar de los usuarios.

Educar a la población desde el punto de vista sanitario es tarea estatal. Ello debe ir aunado a la participación del personal asistencial en los programas de vacunación, chequeos médicos anuales y campañas para la detección de males endémicos. Debemos acudir temprano al facultativo ante cualquier quebranto en la salud.

La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social

Grasas animales, carbohidratos y demasiada sal dañan la salud

Estrés y sedentarismo contribuyen al agravamiento de males comunes

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