P: ¿Cuáles son las recomendaciones dietéticas para los enfermos de gastritis y úlcera péptica?
R: La alimentación juega un papel fundamental en el tratamiento de la gastritis y la úlcera, pues protege la mucosa del aparato digestivo contra la acidez gástrica, ayuda a reparar las lesiones gastrointestinales, facilita la digestión y evita el empeoramiento de los síntomas: acidez, agruras, dolor, regurgitación, flatulencia, distensión abdominal, etc.
La dieta debe ser rica en leguminosas, frutas, vegetales, carnes blancas y pescados, los cuales deben ser preparados al vapor con condimentos naturales y sin salsas.
Además, es importante evitar las frituras, carnes muy grasosas, embutidos y alimentos industrializados (comidas precocidas y rápidas) ya que pueden empeorar los síntomas de la gastritis.
Entre los alimentos permitidos están aquéllos de fácil digestión y bajo contenido de grasa, carnes hervidas, horneadas o a la plancha.
Consultorio de nutrición: Manejo nutricional con cirrosis hepática
Algunos expertos recomiendan consumir los alimentos según la tolerancia individual, incluyendo las frutas cítricas (naranja, limón, toronja, cerezas, etc), ya que su acidez es menor que la acidez gástrica; y además, contienen vitamina C, la cual favorece la cicatrización de las úlceras ya que interviene en la formación del colágeno.
Pero, durante la fase aguda lo más aconsejable sería limitar su consumo o tomar zumos diluidos y una dieta baja en fibras para disminuir la secreción de ácido clorhídrico por el estómago y facilitar la digestión; e incluir purés de papa o víveres, cremas de verduras, leguminosas (habichuelas, gandules, lentejas, etc) coladas.
No se recomienda tomar leche para tratar la úlcera péptica o gástrica, como ocurría en el pasado; pues, a pesar de que neutraliza la acidez, provoca una acidez de rebote mayor. Ingerir 2-3 litros de agua fresca al día, incluyendo el agua de coco, y no tomar más de 4 onzas con cada comida.
Realizar 4-6 comidas pequeñas, masticar bien los alimentos, evitando las comidas copiosas y el ayuno, los alimentos muy fríos y muy calientes.
No consumir café, bebidas cafeinadas, gaseosas, malteadas, condimentos fuertes, tabaco ni alcohol. Practicar ejercicios físicos con regularidad, controlar la obesidad y el estrés.