Tragedia
La muerte de Stephora duele cada día más

Stephora Anne-Mircie Joseph
Cualquiera que fueran las razones, duele. Es inimaginable pensar lo que debe sentir la familia de Stephora Anne-Marcie Joseph Rafael, de once años, quien murió el 14 de noviembre durante una excusión escolar: cada día que pasa, al calor de los rumores que circulan y la gente valida, es una nueva daga directa a su corazón.
Ayer afirmaron que ya tienen el informe de la tragedia y hoy fijarán posición: ¡casi tres semanas después! Aunque desconocemos los detalles, lo que se sabe hasta ahora es inaudito: ¿Cómo se explica que solo fueran 3 maestras con 86 niños a una piscina honda, que no hubiera salvavidas y no llamaran al 9-1-1 de inmediato?
A la violación de todos los protocolos, que es muy grave, se une algo muchísimo peor: que detrás de todo esté el bullying que sufría o, lo que es más terrible, que se trate de un homicidio involuntario (prefiero descartar la posibilidad de que haya sido ahogada con premeditación).
La muerte de Stephora es una bofetada a la conciencia porque fue producto de un discurso de odio y racismo. Stephora fue víctima del antihaitianismo de una sociedad que enarbola un nacionalismo que lastima e irrespeta a los haitianos como si aún fueran el enemigo a vencer de los aciagos días de 1844. Compartimos una isla, pero nunca hemos sido hermanos.