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La comunicadora Zoila Luna nos abre las puertas de su vida como madre junto a sus hijas Crystal y Ámbar Luna

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Rosmery Martínez
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¿Cómo veía Zoila a sus hijas cuando estaban pequeñas?

Veía una gran intrepidez, y me atrevería a decir que temeridad en una de ellas, la más chiquita. Ámbar siempre fue intrépida, desafiante y Crystal era todo lo contrario, era tan tranquila, metódica, Ámbar era un torbellino y, sin ninguna duda, que fue un gran reto. Si Crystal fue mi gran maestra, Ámbar fue mi gran reto. ¿Qué veía en ellas? Yo por la mitad.

¿Desde pequeñas demostraron lo que iban a ser?

No. Yo sí sé que Crystal siempre fue muy artista. Ella tiene una particularidad, Cristal es zurda y no escribe como el común denominador de los zurdos, escribe recto con unas letras impresionantemente bellas, pero siempre fue muy artística y Ámbar era todo lo contrario. Ámbar, bailaba, no era una niña de jugar. ¿Iban a ser comunicadoras? No, nunca me las imaginé trabajando conmigo.

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¿Qué es lo que más disfruta de trabajar con ellas?

Ámbar se desconecta del mundo con una facilidad impresionante. Ella dice que es como los gatos donde ve algo que brilla, ya, se perdió. En el caso de Crystal, ella es sumamente metódica, es estructurada, organizada, planificada, o sea, me da mucha seguridad la coordinación y planificación de Crystal y el seguimiento que le da a eso, y me divierte enormemente esa personalidad distraída que tiene Ámbar. Ambas son muy buenas comunicadoras.

¿Cuándo trabajan juntas, las sigue viendo como hijas?

Cuando estoy en la cabina yo no soy su mamá. Cuando estoy en la cabina, yo soy la señora Luna, la cabeza de “Solo Para Mujeres”. De hecho, cuando estoy en las reuniones de producción, yo soy la comunicadora para la cual ellas trabajan, aunque como se trata de un programa muy vivencial, muchas veces nosotras sacamos al aire, esas diferencias que tenemos.

¿Cuáles lecciones le han dejado sus hijas?

Creo que la lección más grande que me han dejado es que al margen de las deficiencias, de las limitaciones y carencias que yo pudiera tener, yo crié dos mujeres de bien, respetando quienes son, respetando la vida que eligieron y la forma en la que ejercen su derecho a vivir.

Crystal Luna

¿Qué te atrae más del trabajo que realiza tu madre?

Varias cosas. La forma en la que se preparaba, la forma en la que, no solo en términos de leer, de saberse el guión, de estar lista para sus actividades, sino también como cuidaba físicamente la ropa para cada ocasión, siempre he admirado eso de ella, porque yo personalmente siempre he dicho que la primera impresión es la última impresión y la única y también aprendí mucho de ella que mi mamá siempre ha vivido de esto, pero no en esto. Siempre nos enseñó con su ejemplo a divorciar la vida profesional de la personal.

El trabajo de tu madre siempre fue comprometido con el tiempo ¿la extrañaban?

Nunca he echado de menos a mi mamá. Porque aparte de que, cronológicamente profesionalmente siempre crecía con nosotras, a mí nunca me faltó mi mamá. Siempre recuerdo que mami trabaja de lunes a lunes y aunque estaba trabajando uno de los recuerdos más lindos es nosotras estar en el parque de Baní, con nuestras ‘bicicleticas’, dándole la vuelta al parque, siempre con ella, o sea nosotras siempre la hemos acompañado a todo lo que tenía que ver con las actividades, obviamente que fueran permitido el que nosotras estuviéramos. Mi mamá nunca faltó a ningún evento de la vida mía ni de Ámbar, siempre estuvo.

¿Cómo es el día a día de ustedes con Zoila?

Es muy cotidiano, nosotras parecemos más ‘roommate’ que otra cosa. Somos muy respetuosas cada una del espacio de la otra. Yo todas las mañana preparo el café o lo prepara ella, nos tomamos el café juntas, ella se va al consultorio, yo me voy a hacer mis clases de pilates, después nos vamos juntas a hacer el programa o cada quien por su lado, dependiendo de las reuniones o actividades que tengamos. Casi siempre almorzamos juntas y Ámbar se nos une, algunas veces, con los niños.

¿Cómo es trabajar con una madre como Zoila?

Te voy a decir la verdad -¿es una mujer exigente?- pregunto. Sí, es una mujer exigente. Es una mujer disciplinada y prudente. La gente se cree muchas películas de ella, a nivel personal y profesional, todo el mundo jura que es una mujer complicada para trabajar, no, no lo es, es una mujer que deja que cada cual ejerza su rol.

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