Apuntes para la historia del hospital Dr. Luis E. Aybar

Julio Ravelo Astacio
Parte de este trabajo fue presentado en la conferencia que dicté el pasado mes en uno de los salones de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), como requisito para formalizar mi ingreso en la Sociedad Dominicana de Historia de la Medicina.
El 20 de abril de 1946 la capital de nuestro país se vistió de gala para recibir dos hechos trascendentes a ocurrir ese memorable día: el presidente Trujillo desde el Palacio Nacional pronunció un discurso para dejar inaugurados el Barrio Mejoramiento Social (Bameso) y el hospital Dr. William Morgan.
Vamos a destacar la inauguración del hospital, es el tema que hoy abordaremos en este artículo. En su discurso destacó que la obra estaba destinada a los trabajadores dominicanos y se puede constatar en fotos y documentos de la época que en la parte frontal se podía leer: “Hospital para obreros”.
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Mediante la ley No. 893 se le dio el nombre de Dr. William Morgan en honor a un médico otorrinolaringólogo estadounidense que venía al país a pescar y cazar y dedicaba parte de ese tiempo a operar personas de escasos recursos económicos. Se refiere, asimismo, que operó a Ramfis de las amígdalas.
Monseñor Octavio Antonio Beras Rojas bendijo la obra, luego intervinieron el Dr. Morgan y el Dr. Luis F. Thomen, entonces secretario de Salud Pública. La inversión en dicha construcción alcanzó la suma de 190 mil pesos. La edificación original fue obra de los arquitectos Leo y Marcial Pou Ricart. Para 1948 el hospital contaba con 179 camas y ofrecía unas 15 mil consultas (Stern, H.).
Aunque vamos a mencionar los distintos directores que tuvo el hospital, vale la pena destacar que el Dr. Mairení Cabral Navarro fue quien permaneció por un largo tiempo a cargo del mismo (1957-1979). Este destacado director, maestro, y gloria de la cirugía dominicana, junto a distinguidas personalidades solicitaron que se nombrara hospital Dr. Luis Eduardo Aybar (HLEA) en honor a este destacado cirujano dominicano. Es así que el 14 de diciembre de 1961, mediante la ley No. 5408, se cumple esta petición, nombre con el que se le conocía hasta el 8 de noviembre de 2001, cuando mediante el decreto No. 1110-01 se transformó en Ciudad Sanitaria Dr. Luis Eduardo Aybar.
Desde sus inicios el HLEA se ha caracterizado por ser una institución donde coinciden un abnegado personal de salud que ha demostrado a través del tiempo una gran vocación de servicio y un sano orgullo de pertenecer a dicha institución. Eso, junto a otros elementos, llevó a que este se convirtiera en un ícono nacional en lo referente a las atenciones en salud de todos los dominicanos.
Como consecuencia tenía alta demanda de pacientes procedentes de toda la geografía nacional. Les cuento esta simpática anécdota ocurrida en los inicios de las actividades del hospital: “Un niño de unos 3-4 años, mientras se trasladaba a su escuelita, cayó al suelo, con tan mala suerte que lo hizo sobre un casco de una botella rota, provocándole una perforación abdominal con evisceración. No aparecía un vehículo para transportarlo, ya que para la época eran escasos. Lograron montarlo en un “Colepato” (camión de la basura); así llegó al hospital, que aunque no había servicio de Pediatría, el médico lo admitió y dada la urgencia le realizó la cirugía. Horas más tarde el director Dr. Darío Contreras aprobó la decisión. El niño fue dado de alta pocos días después.
Años más tarde, este decidió estudiar Medicina, trasladándose posteriormente a Rusia a realizar estudios de especialidad. Pasaron los años, aquel niño primero en ser operado en el Morgan, sobresalió en su profesión, llegó a ser destacado profesor en la UASD y director del hospital Dr. Darío Contreras. De seguro usted sabe que me estoy refiriendo al distinguido colega y amigo el Dr. Tito Suero Portorreal”. Continuaremos con estos apuntes la próxima semana.